
Esta semana un trozo de mí yace críptico en las letras que se borran con la humedad de su muerte.
La herida magra
no cicatriza
y atemporal habita
candelarizada
por un espíritu mágico
que poetiza
mis días
La herida magra
no cicatriza
y atemporal habita
candelarizada
por un espíritu mágico
que poetiza
mis días
después
de su proceloso silencio.
de su proceloso silencio.