Pero, es su espíritu el que me permite hablar en estos momentos, con entereza, e invitarlos a que me acompañen en este viaje poético que haré por su vida llena de abnegaciones.
"La estación de ferrocarriles nos espera suban y acomoden sus asientos. Lentamente escuchen los rieles y miren las ventanas que mueven calmo el paisaje, algo siempre nos aguarda después una partida."
Estación Uno (día 15 de junio de 1975, hora 5:15)
Está amaneciendo
y la escarlatina afiebra el dormitorio.
Rezos silenciosos se arrodillan a la frente
Y un paño húmedo con sus madres lágrimas
descuelgan el termómetro.
Estación Dos (día 04 de julio de 1984, hora 15:30)
Su delantal roído
está empapado de cansancio.
Lava ropa ajena en una casa ajena.
El frío le quebraja las manos
pero el invierno se queda asoleado
porque a la cota de su cintura
un hijo le pide un beso.
Estación Tres (día 26 de enero de 2007, hora 22:10)
El tren se detuvo
entre un padrenuestro
y tres avemarías.
Su respiro inmolado
se quedó prendido
en el último carro
que viajamos con ella.
Para terminar, sólo me queda decir: "que nos deja un vacío que ni el mismo vacío puede igualar".
Mamá ve con Dios.
Palabras de despedida tras la muerte de mamá.